Esta serie de collages digitales aborda la cuestión
de los mandatos maternos recibidos por muchas mujeres desde la preadolescencia. Profundizados esos lenguajes, esos mensajes, decodificados a la distancia,
què carga tienen? cuàl es su alcance?
Todo comenzò jugando con una caja en la que una nena era encerrada con su deseo y su frivolitè (con su apariencia desnuda entre encajes y perlas) para ser exhibida y juzgada por no acatar el mandato.
Esta situación a la que se la expone no sólo la estigmatiza, ademàs la condiciona, la contamina, la confunde.
Al invertir los tèrminos de la relaciòn, es ella la que exhibe y desnuda, la que decodifica y dice.
Usando el arte para la vida a travès del lenguaje visual acompañado por la palabra, la propuesta consiste en un recorrido por una suerte de decálogo a subvertir.
Porque, después de todo, quièn le quita a una lo bailado?